Francisco Javier Torrella Unanua
Volumen 3, Número 2
ISSN 2255-3401
Diciembre 2014, pp.112-140
http://reuredc.uca.es/index.php/cayp/article/view/682
Interesante la conclusión final del (bastante bueno) trabajo de investigación:
"No cabe olvidar, finalmente, que de acuerdo con Coll-Planas y Cruells (2008:4), la atención de las demandas del movimiento ecologista por parte de la dministración no pueden entenderse si no tenemos en cuenta el papel del ámbito mercantil, protagonista en la sombra de las luchas ecologistas. El análisis de este aspecto excede el objeto del presente Artículo y puede ser abordado por futuras investigaciones. A pesar de ello se pueden presentar algunos apuntes: por una parte, el Grupo Gallardo, que empleó sus recursos y prestigio en el intento, resulta gravemente afectado por el resultado.
Con intereses opuestos cabe situar a las empresas refineras tradicionales, promotoras en paralelo de la ampliación de las vecinas instalaciones de Sines (Galp, con una ampliación inaugurada en 2013), Huelva (Cepsa, con una ampliación inaugurada en 2010) y Cartagena (Repsol, con una ampliación inaugurada en 2012). Resulta evidente que estas grandes empresas (que no llegaron a un acuerdo para ser socios tecnológicos de la Refinería Balboa) han evitado que un “extraño” se introduzca en el exclusivo negocio del refino, por lo que resultan triunfadoras en el conflicto abierto."
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